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Partager une opinion. La France et l'Argentine, mes amours.

Insanité insurmontable Plus qu'un pronostic, la voie du non-retour, engagée par l'Argentine depuis les dernières élections, encadre les estimations les moins sérieuses qui expriment un avenir ruineux. Cela semble être le souhait des deux. Les uns, les oficialistas, les autres, l'opposition. Les deux sont aptes à l'inefficacité, à l'inefficacité et au grand opportunisme. Si l'on ajoute à cela la faible personnalité présidentielle, qui n'est nullement celle d'un homme d'État, cela nécessite une analyse au-delà du politique, peut-être jusqu'à la psychanalyse. Mais une approche psychologique simple ouvrira la voie à une peur lente et progressive. Tout manuel de la bibliothèque de psychologie élémentaire nous offrira un large champ comme cadre théorique, qui se remplira de voyants lumineux sur la manière maniaque de faire face à une crise multiforme. L'aggravation vient de ces secteurs qui, avides de leadership, fades ou non, radicalisés o
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La insania insalvable Más que una prognosis, el camino sin retorno, que desde las últimas elecciones ha iniciado la Argentina, enmarcan las estimaciones menos graves que expresan un ruinoso futuro. Parece ser el deseo de unos y otros. Los unos, los oficialistas, los otros, la oposición. A ambos les cabe el sayo por ineficientes, ineficaces y de un gran oportunismo. Si a esto le sumamos la endeble figura presidencial, que para nada es la de un estadista, requiere de un análisis más allá de lo político, quizá llegando al psicoanálisis. Pero una simple aproximación psicológica, nos abrirá paso a un lento y progresivo espanto. Cualquier manual de la biblioteca de psicología elemental, nos ofrecerá un amplio campo a modo de marco teórico, que llene de luces de advertencia sobre la maniática manera de enfrentar una crisis multifacética. El agravamiento proviene de aquellos sectores que, avarientos de protagonismo, insulsos o no, radicalizados o no, pujan para que el derrumbe sea lo m
El particular encanto del político argentino H. Bustos Domecq según Borges y Bioy Casares Hace algunos años, el 11 de agosto de 1977, la periodista Renee Sallas de la Revista Gente publicó una entrevista que les realizó a Jorge Luis Borges y a Adolfo Bioy Casares. Confieso que me resultó intrigante el desarrollo de la misma, ya que allí ambos se refirieron a un personaje creado por ellos: H. Bustos Domecq. Es una finta de figura retórica y metafórica que nombra a la política, pero más, a los políticos argentinos, y no sólo a Bustos Domecq. A los fines que persigo por la intriga he cambiado, adrede, una palabra de sus definiciones, por ejemplo, la única que me causó un ocultamiento de las verdaderas intenciones sobre de quien hablaban los partenaires. Esa palabra es “porteño” que en versión libre cambié por “político”. Quizá deba dar una explicación del por qué. Como dije, ausculté que tras de la definiciones que expresaban había algo más, y, conociendo a los entrevistados y sus
“El Gran Golpe”. Cómo fue.   Qué pasó con YPF Mucho se ha dicho. Mucho se ha hablado. Esta presentación no es de una cuantía menor. Subyacen en ella profusas investigaciones que abonan el sudor del trabajo en investigaciones de porte. Solo hay que buscarla porque está en los medios, organizarla y presentarla. He aquí su sucinta, fidedigna y abierta exposición. El Gran Golpe consistió en vaciar, depredar y saquear Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y a las arcas del Estado Nacional (EN), por una suma que supera los (U$S46.000.000.000.-) cuarenta y seis mil millones de dólares, transfiriéndose a los mismos saqueadores, es decir, a sí mismos, los activos de YPF, dejándola colapsada productiva, económica y financieramente, con consecuencias devastadoras para la economía argentina, y, por ende, a la sociedad toda. Los responsables: los Eskenazis y Repsol, con la complicidad de Julio de Vido , Daniel Cameron y Roberto Baratta, entre otros. Todos ellos bajo el mando y dire
La osadía de los niños siempre niños Nos preguntamos siempre qué ha pasado, qué ha sucedido, qué nos pasa o el porqué de todo este presente. Los momentos de felicidad de la Argentina, en los últimos más de doscientos años, han sido tan fugaces y escuetos, que además sumados sólo serían proporcionalmente algunos escasos años contados con los dígitos de una mano. De otra manera, si la comparamos con la vida humana y su desarrollo, aún estamos transitando los últimos años de la niñez. Mientras tanto, nuestra parvulez está haciéndose añeja, es decir, seguimos siendo niños, nos tratamos como niños, creemos resolver nuestros problemas aplicando pequeños parches curativos a las heridas más profundas, y a las superficiales, aplicándoles un cosmético traslúcido, transitorio, degradable. La otrora soñada Argentina Potencia es pura impotencia. Hoy es re-in-potente. En todos los órdenes, el humor de los gobernantes, la imaginación y actitud de los legisladores, el pleonasmo invertido de
La muerte de la izquierda, ¿vigencia de la derecha?   Primero fue un gran estertor. Después la incredulidad. Luego el asombro. El sismo político tuvo, a pesar de su profundidad geológica, un alcance devastador. Una racionalidad de lo político dio cuenta de ello, pero, quienes pretenden vivir de sus antiguos sueños, persisten obsesos e inclaudicables. Aún sus estructuras continúan gimiendo al multiplicarse sus réplicas. La izquierda partió el tronco de su árbol y secó sus raíces. Su copa canta dolida al viento con un lánguido lamento. Una siniestra y porosa esperanza amenaza con volver de arena y olvido ese reconcomio plañidero. Pero hay quienes creen que sólo es una crisis cuya transitoriedad logrará sortear, pero no sin esfuerzo intelectual. Mientras, otros observan como irreversible e inexorable su agónico lecho de muerte. La percepción generalizada del alto mundo, del medio mundo, del bajo mundo, los que saben, los que forman parte de su raído tejido como militantes azorados, e